lunes, 17 de diciembre de 2012

Nunca es tarde, para decirlo.


PAPÁ Y MAMÁ.

Nunca es tarde para decirlo pero hoy más que nunca os doy las gracias, por ser la isla en mitad del mar, por ser el barco que me deja navegar, por ser ese puerto en cada ciudad, por enseñarme a valorar, a respetar, a pensar; por darme las herramientas, las técnicas, los recursos para avanzar y volar;  por estar ahí sin esperar nada cambio, por esas noches en vela, por dejaros engañar. Por curarme las heridas, por ponerme los pantalones, por respetar mis opiniones. Por dejarme equivocar y después no reprochar, por esperarme cada navidad, por recordarme el valor de la verdad, del esfuerzo. Por las conversaciones y las discusiones, por las lágrimas y los gritos, por los consejos y  Gracias por ser como sois, y por encima de todo gracias por ayudarme a ser como soy.

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