viernes, 30 de noviembre de 2012

Que reflexionas sacas..

En ocasiones, cuando nos disponemos a ayudar a alguien nos encontramos con muchas dificultades y barreras que nos impiden hacerlo con facilidad. Debemos adaptarnos al individuo al que queramos ayudar, entender su globalidad, sus características, sus miedos, sus inseguridades para saber como enfocar nuestro proceso de ayuda. 

Cada individuo es diferente, cada ser humano es un mundo, cada experiencia nos marca y nos diferencia y en muchas ocasiones esas mismas experiencias vividas provocaran como pueden ser nuestras futuras vivencias. Todos tenemos una historia que nos marca y nos define. Esas historias pueden ser más profundas, más sinceras, más traumáticas, pero son estas las que nos definirán como persona y nos hacen ser lo que somos.

Como orientadores no tenemos porque conocer las historias de las personas, pero si debemos tener en cuenta que pueden estar ahí, y que pueden influir en el orientado. Debemos siempre adaptarnos al orientado en su globalidad y entenderlo para poder ser eficaces, honestos, productivos y buenos orientadores.

Hace unas semanas, trabajamos en clase una fabula. La de la ostra y el pez. En ella la ostra se muestra cerrada para poder ser orientada y al pez no le queda otra opción que informarse, y entender lo que le ocurre a la ostra para poder ser eficaz en su proceso de ayuda.

La fabula es la siguiente:

LA FÁBULA DE LA OSTRA Y EL PEZ

Había una vez una ostra y un pez. La ostra habitaba las aguas tranquilas de un fondo marino y era tal la belleza, colorido y armonía del movimiento de sus valvas que llamaban la atención de cuantos animales por allí pasaban.
Un día acercó a pasar por el lugar un pez que quedó prendado al instante. Se sintió sumamente atraído por la ostra y deseó conocerla con todo su ser. Sintió un fuerte impulso de entrar en los más recónditos lugares de aquél animal misterioso. Y así, partió veloz y bruscamente hacia el corazón de la ostra, pero ésta cerró, también bruscamente, sus valvas. El pez, por más y más intentos que hacía para abrirlas con sus aletas y con su boca, aquellas más y más fuertemente se cerraban, pensó entonces en alejarse, esperar a cuando la ostra estuviera abierta, y en un descuido de ésta, entrar veloz sin darle tiempo a que cerrar sus valvas. Así lo hizo, pero de nuevo la ostra se cerró con brusquedad. La ostra era un animal extremadamente sensible y percibía cuantos mínimos cambios en el agua ocurrían, y así, cuando el pez iniciaba el movimiento de acercarse, ésta se percataba de ello y al instante cerraba sus valvas.
El pez triste, se preguntaba ¿por qué la ostra le temía?, ¿cómo podría decirle que lo que deseaba era conocerla y no causarle daño alguno?, ¿cómo decirle que lo único que deseaba era contemplar aquella belleza y compartir las sensaciones que le causaban?
El pez se quedó pensativo, y estuvo durante mucho rato preguntándose qué podría hacer. ¡De pronto!, se le ocurrió una gran idea. Pediré ayuda, se dijo. Sabía que existían por aquellas profundidades otros peces muy conocidos por su habilidad para abrir ostras, y hacia ellos pensó en dirigirse. Sabía que eran peces muy ocupados y no deseaba importunarles. Deseaba que le escucharan y que le prestaran su ayuda. Aunque pensó  – seguro que estarán tan ocupados que no podrán ayudarme. ¿Qué puedo hacer?, se preguntó.
Tras pensar algún rato llego a la conclusión que lo mejor era informarse por otros peces que les conocían cuál era el mejor momento para abordarle, cómo tendría que presentarse. Después de informarse muy bien, eligió el momento más oportuno y hacia ellos se dirigió.
- Hola, dijo el pez. ¡Necesito vuestra ayuda! Siento grandes deseos de conocer una ostra gigante pero no puedo hacerlo porque cuando me acerco cierra sus valvas. Sé que vosotros sois muy hábiles en abrir ostras y por eso vengo a pediros ayuda.El pez continuó explicándoles las dificultades que tenía y los intentos por resolverlas.Llegó a decirles la sensación de impotencia, que le entraba y los deseos de abandonar tras tantos intentos fallidos.
Los peces le escucharon con sumo atención, la hicieron notar que entendían su desánimo pues ellos se habían encontrado en circunstancias similares. Le felicitaron por el interés que mostraba en aprender y por la inteligencia que demostraba tener al pedir ayuda y querer aprender de otros.El pez se sintió mucho más tranquilo y esperanzado, les contó los temores que tenía al pedirles ayuda y fue “abriéndose” cada vez más a toda la información que aquellos avezados peces le contaban. Escuchó con atención como a pesar de sus habilidades había algunas ostras que les resultaban difíciles de abrir, pero ello más que ser un motivo de desánimo, esa dificultad les  estimulaba a seguir investigando y reunirse para intercambiar conocimiento y mejorar sus prácticas de abrir ostras.
Los peces continuaron en animada conversación.
- Mira, algo muy importante que has de lograr es suscitar en la ostra el deseo y las 
ganas de comunicarse contigo.
- ¿Y cómo podré lograrlo?
- De la misma manera que tu has logrado comunicarte con nosotros y “abrir nuestras valvas” de pez.
- ¿Cómo?
- Tú deseabas que nosotros te escucháramos y te prestáramos ayuda. Nos has dicho que dudabas de si podrías lograrlo, ¿no es verdad?
- Si, así es.
- Podrías haberte quedado con la duda, pero en lugar de eso, diseñaste un plan de acción. Buscaste información acerca de nosotros, te informaste de cuál era el mejor momento de abordarnos y qué decirnos. Tú sabías que nosotros éramos muy sensibles a la expresión honesta y sincera de “necesito vuestra ayuda”. También sabías que nos agrada, como a todo hijo de pez, el reconocimiento de nuestra competencia y veteranía en abrir ostras. Te confesamos que todo ello nos agradó mucho. También nos gustó tu mirada franca y serena, además de tus firmes y honestas palabras.
- Si, en efecto eso es lo que hice. Ahora que lo decía mis valvas de pez se sintieron también abiertas al notar que me escuchabais con atención. Me agrado mucho el que os hicierais cargo de mi impotencia, y por qué no decirlo, me agrado también el que me felicitarais por pediros ayuda.
- Claro, todo eso suele ser reciproco, contestaron los peces.
- Muy bien, pero ¿cómo podré hacerlo con la ostra? No conozco su lenguaje, sus costumbres, sus miedos, no conozco tampoco que es lo que le agrada.
- Bien, también has diseñado un plan de acción para abrir la ostra. El primer paso ha sido el de visitarnos para que te informemos de sus costumbres, de sus miedos, de todo aquello que le agrada.
Te podemos decir todo aquello que suele suscitar temor en las ostras. Les asusta el movimiento brusco de las aguas, de hecho habrás observado que cuando hay tempestades y hay mucho oleaje las ostras están fuertemente cerradas. Es por eso que si te acercas a ellas cuando hay muchas turbulencias tendrás grandes dificultades para lograr que se abran.
Les asusta el que algún animal se acerque de modo imprevisto. Les agrada en cambio los movimientos suaves, los besos y las caricias y el que se entre en sus interioridades sin antes conocerse durante algún tiempo. También les agrada mucho el que se les hable en su lenguaje. Habrás observado que lanzan a través de sus valvas pequeñas pompas de aire. Si las observas con suma atención podrás aprender los códigos que 
utilizan y sus significados. Cuando están tristes, asustadas, tiernas o alegres.
De este modo, los peces continuaron asesorándole. Le invitaron a pasar largos ratos observando el comportamiento de la ostra. Le invitaron también a  asistir a algunos de los cursillos que organizaban y le regalaron un manual. “El manual de abridor de ostras”.
Tras varias semanas de observación, aprendizaje y entrenamiento, el pez pudo por fin disfrutar con aquella bellísima ostra. Pudo ¡al fin!, lograr entrar en las interioridades de las ostras y compartir las sensaciones que le causaba. Pudo, al fin, comunicarse.

A continuación, respondimos a unas preguntas:


LA FÁBULA DE LA OSTRA Y EL PEZ

REFLEXIONA EN GRUPO
1.    ¿Qué te sugiere esta fábula en relación a la orientación personal?
La importancia de las relaciones interpersonales, evoca una interacción recíproca, cara a cara entre dos o más sujetos en el marco de secuencias de comportamiento verbal y no verbal (estos comportamientos son vitales para el proceso comunicativo en todas las dimensiones de la persona), orientadas por sentimientos y/u objetivos que trasmiten o intercambian mutuamente información. El trabajo conjunto entre los profesionales ayuda a mejorar nuestra forma de guiar a las personas que lo necesitan.
Hay que tener en cuenta:
-       Los objetivos guían y orientan todas nuestras acciones.
-       Los objetivos son diversos.
-       Cada situación impone unas reglas.
-       El logro de una objetivo a toda costa puede impedirnos alcanzar otros.

2.    Haz una lista de los que consideras los principales “cierra-ostras” en la comunicación.
-       Lugar o momento elegido
-       Prejuicios.
-       Juicios de valor.
-       Inseguridad.
-       Ambigüedad.
-       Confianza.
-       Desinterés.
-       Objetivos contradictorios.
-       Amenaza.
-       Dar consejo.
-       No escuchar.
-       Estados emocionales que perturban la atención comprensión y recuerdo.
-       Preguntas de reproche.
-       Etiquetas.
-       Cortes de conversación.

3.    Escribe también las principales llaves para abrir la comunicación, o siguiendo la fábula, los “abre-ostras”.

-       Lugar o momento elegido.
-       Escucha activa.
-       Opinión.
-       Empatizar.
-       Respeta el silencio.
-       Acomodar el lenguaje al nivel de la persona.
-       Aceptar críticas.
-       Información positiva.
-       Expresar sentimientos.

En nuestro proceso de orientador, nos encontraremos con muchas situaciones que nos impedirán ser perfectamente eficaces en el proceso de ayuda, de nosotros depende detectar estas barreras y superarlas para poder ser auténticos orientadores. 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Soborno, chantaje, amenaza...

En la sociedad en la que vivimos actualmente nos topamos continuamente con acciones como el soborno, chantaje y la amenaza. Son palabras que definen actos que no provocan ningún bien para la sociedad, pero que continuamente se ven que ocurren. Estamos más que acostumbrados a escucharlas, pero ¿De verdad conocemos su significado?

En esta entrada os acerco los significados de estas tres palabras que definen actos muy comunes en la sociedad que vivimos, y que sacan lo peor del ser humano. Actos que no se definen por el sistema político o económico en el que vivimos sino por el egoísmo del ser humano, su avaricia y su egocentrismo.

soborno1.

(De sobornar).
1. m. Acción y efecto de sobornar.
2. m. Dádiva con que se soborna.
3. m. Cosa que mueve, impele o excita el ánimo para inclinarlo a complacer a otra persona.
sobornar.
(Del lat. subornāre).
1. tr. Corromper a alguien con dádivas para conseguir de él algo.
dádiva.
(Del lat. datīva, pl. n. de datīvum, con infl. de debĭta).
1. f. Cosa que se da gratuitamente.
acometer con ~.
1.  loc. verb. Intentar o pretender cohecho o soborno.
chantaje.
(Del fr. chantage).
1.  m. extorsión.
extorsión.
(Del lat. extorsĭo, -ōnis).
1. f. Amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho.
2. f. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido.
amenaza.
(Del lat. vulg. mĭnacia, y este der. del lat. mĭna).
1. f. Acción de amenazar.
2. f. Dicho o hecho con que se amenaza.
3. f. pl. Der. Delito consistente en intimidar a alguien con el anuncio de la provocación de un mal grave para él o su familia.
 amenazar.
(De amenaza).
1. tr. Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien.
2. tr. Dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable. U. t. c. intr.
3. (Por las amenazas y voces con que suele conducirse; cf. cat. menar). tr. desus. Conducir, guiar el ganado.

Estos términos muestran lo peor del ser humano, y ocurren a diario en la sociedad en la que vivimos. Una sociedad sin escrúpulos, egoista y en la que el ciudadano solo mira por su bien, como burros con los ojos tapados, sin prestar la mano al que lo necesita.





Las emociones..

Alguna vez te has preguntado porque ante una determinado situación actuamos de una manera determinada; porque cuando sentimos miedo sudoramos, palpitamos, nos paralizamos; porque cuando se nos muere alguien que queremos nos bloqueamos, nos contraemos, lloramos, y nos dominan pensamientos negativos y nos sentimos desanimados. Pues es muy sencillo, todos estos aspectos neurofisiológicos, comportamentales y cognitvos vienen determinados por las emociones. Son aquellas respuestas a un acontecimiento que viene acompañado de cambios fisiológicos.

La palabra emoción implica un movimiento y una dirección. El verbo motere significa movimiento y el prefijo -e hacia algo. Por lo tanto, la emoción es el movimiento hacia algo. Más allá, implica un dominio de la inteligenicia emocional en la cual podríamos incluir tanto la inteligencia interpersonal e intrapersonal. Podríamos definirlo como la habilidad para identificar y regular nuestras emociones, discriminando las que nos ayudan a llegar a nuestra meta de la que nos lo dificultan y para dirigir nuestros pensamientos y acciones del modo más efectivo y satisfactorio para lograr nuestros objetivos.

En sus inicios, Edward Thorndike (1920) definio la Inteligencia social, como la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres muchachos y muchachas y actuar sabiamente en las relaciones humanas. Es en definitiva, aquello que nos ayuda a relacionarnos.

Más adelante, Gardener con su teoría de las inteligencias multiles acuño dos conceptos en los que englobaríamos la inteligencia emocional. Estos son inteligencia intrapersonal e inteligencia interpersonal. Siendo el tipo de inteligencia social que incluye la habilidad para supervisar y entender las emociones propias y de los demás.

Pero el momento en el que la inteligencia emocional pudo llegar a oidos del todo fue el momento en el que Daniel Goleman (1995) comenzó con la propagación de este término. El no lo creo, pero si lo extendio. Siendo definidad por entonces la inteligencia emocional, como la habilidad para motivarse y persistir frente a las frustraciones, controlar implusos y demorar gratificaciones, regular los estados de humor, evitar que las desgracias obstaculicen la habilidad para pensar, desarrollar empatía y esperanza.

Supone la meta-habilidad, es decir, el conocimiento sobre nuestra habilidades emocionales.

En los últimos años, Bizquerra, ha sido el máximo exponente de la inteligencia emocional. El la descompone en dos términos. Por un lado, COMPETENCIAS INTRAPERSONALES. Que se definen como aquellas habilidades que nos permiten conocernos a nosotros mismos, conocer nuestras emociones, sentimientos, interpretarlos e incluso modificarlos. Relacionan con la que imagen que tenemos de nosotros mismos y la confianza que mostramos en capacidades y habilidades. Por otro lado, COMPENTENCIAS INTERPERSONALES. Son las habilidades que nos permiten relacionarnos con nuestro entorno y con las personas que lo componen. Viene determinado por nuestra capacidad para identificar y manejar las emociones y los sentimientos de las que personas que nos rodean, para saber responder, incluso modificarlas.

Dentro de COMPETENCIAS INTRAPERSONALES podríamos incluir:

Autoconocimiento: Conciencia de las propias emociones. Dar nombre a las emociones. Autoestima. Autoconfianza.

Autorregulación: Autocontrol, adaptabilidad, confiabilidad, integridad.

Automotivación: Iniciativa, optimismo, compromiso, motivación de logro.

Dentro de las COMPETENCIAS INTERPERSONALES podríamos incluir:

Empatía: Comprensión de los demás, ayuda a los demás, aprovechar diversidad conciencia política.

Habilidades Sociales: Comunicación, resolución de conflictos, liderazgo, colaboración, cooperación.

De esto modo, podemos obtener una serie de características que clarifican el concepto de EMOCIÓN:

  • Es una respuesta a algo.
  • Tienen una corta duración y elevada intensidad.
  • Son comunes al resto de animales.
  • Generan modificaciones fisiológicas significativas.
  • Ofrecen una disposición definida a actuar.
  • Forman parte de nosotros y no los hay malas solo buenas.
A su vez, poseen 3 funciones.
  1. Adaptativa. Preparar al organismo. Dirige la conducta hacia un objetivo determinado.
  2. Social. Permitirnos relacionarnos.
  3. Motivacionales. La emoción energiza la conducta.
Pongamos una serie de emociones y la praciticidad que tienen a nivel del organismo.

LENGUAJE SUBJETIVO           LENGUAJE FUNCIONAL
Miedo                                          Protección.
Ira                                                Destrucción
Alegría                                         Reproducción.
Tristeza                                        Reintegración.
Confianza                                     Afilación
Asco                                            Rechazo
Anticipación                                 Exploración
Sorpresa                                      Exploración

EMOCIÓN         ¿QUE HACER?           CARGA EMOCIONAL
Miedo                  Buscar recursos            Temor
Tristeza                Aceptar cambios           Apatía
Enfado                 Marcar límites                Ira
Asco                    Disociarme                    Repugnancia
Sorpresa              Experimentar                 Expectativa
Alegría                 Celebrar logros              Falsa euforía.

Por ello, podemos obtener 3 dimensiones a partir de las emociones. La comportamental, la cognitiva, y la neurofisiológica.

Ej. Cojamos la emoción tristeza
EMOCIÓN    NEUROFISIOLOGICA              COMPORTAMENTAL                    COGNITIVA.
Tristeza           Paralisis, temblores, palpitación.    Salir corriendo, golpear, tartamudear.  Pesimismo, infraval.

¿PARA QUE SIRVEN LAS EMOCIONES EN ESTOS PROCESOS?

Memoria, comunicación, creatividad, toma de decisiones, salud.

Cuando uno padece una enfermedad, según como sean nuestras emociones o bien optimistas o negativas nosotros nos recuperaremos antes de una enfermedad.

Respuesto a la creatividad, hay estudios que demuestran que cuando estamos alegres estamos más predispuestos a ser creativos, mientras que cuando estamos tristes no somos tan creativos.

Mientras que cuando estamos alegres y contentos además de motivados, nuestras capacidades memorísticas nos permiten retener más información y tener mayor capacidad memorística. A su vez, cuando un hecho lo recordamos como algo triste o traumatico para nosotros este hecho quedará almacenado y será más dificil de olvidar. Aunque en ocasiones pongamos barreras sobre ellos, e intentemos inhibirlos siempre saldrán a la luz siendo imposible controlar las emociones que nos provoquen.

Cuando estamos tristes también nuestras capacidades comunicativas se ven afectadas para mal, sin embargo, cuando estamos contentos somos más capaces de comunicarnos con mayor facilidad y soltura.

REFLEXIÓN:

Como orientadores debemos ser capaces de dominar nuestras emociones y ser capaces de entender que están sintiendo nuestros orientados. Debemos ser capaces de entender como las emociones pueden en ocasiones, llevarnos a tomar decisiones equivocadas, o pueden llevar a inhibir nuestros actos, en otras palabras, entender como en ocasiones las emociones nos dominan.

En ocasiones, no somos capaces de entender que emoción está sintiendo un orientado porque antes no la hemos sentido nosotros. Por lo tanto, es bueno sentir, nunca inhibir y siempre expresar lo que sentimos, entendernos a nosotros mismos a la vez que las emociones que sentimos para poder entendernos y entender a los que ayudamos.

Debemos tener claro que sentir emociones no es malo ya que nos ayuda a conocernos, a entendernos, a saber de que somos capaces y establecer nuestro propios límites. Las emociones son aquellas respuestas que dirigen y motivan nuestra conducta, son las que en ocasiones nos controlan, de ello depende una buena autorregulación emocional que solo adquiriremos de la práctica y de entender nuestras emociones.





domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Qué te transmite una canción?

Cuando el día parece un poco más gris de lo que es, cuando parece que no puede salir el sol, cuando parece que las horas no avanzan e incluso el tiempo retrocede, cuando tu desanimo crece y crece sin razón, cuando no encuentras el sentido, cuando no sabes a donde vas, cuando no entiendes lo que te ocurre, cuando tu mente puede por encima de tu corazón, cuando tu desanimo parece que vence a todo lo demás, planteate un cambio, busca una solución, incítate a avanzar, en esos días en los que todo parece más difícil de lo normal, cuando parece que es imposible que tu corazón pueda convencer a tu voluntad, a mi la música me da esa fuerza, ese empuje, esa alegría, esas ganas de ver la luz, de luchar, de querer más, de SER YO.

Buscad dentro de vosotros los que os de fuerzas, los que os alegre el día en una mañana gris de invierno, lo que os permita ver el horizonte en medio de una ciudad, lo que os de aire para luchar y seguir sin mirar atrás.  Lo que os haga daros cuenta de lo que sois, de lo maravillosos que sois, de lo que valéis, de todo lo que tenéis que dar al mundo, de todo lo que os queda por vivir.

Aquí os dejo una canción que me dio lo que necesité un día que no parecía tan bueno como al final fue.


jueves, 22 de noviembre de 2012

Técnicas de escucha activa.

Cuando nos dispongamos a llevar a cabo un proceso de orientación, por encima de todo, tenemos que ser nosotros mismo. De nada servirán las indicaciones que demos si no son autenticas y las creemos de verdad. El paso más importante de la orientación es saber escuchar. De este modo, detectaremos cuales son las necesidades del orientado y le prestaremos la ayuda adecuada.

Una gran predisposición a escuchar es esencial en nuestra labor como orientadores más incluso que todos los conocimientos que poseamos, más incluso que todas las habilidades que tengamos. Si no existe unas ganas de escuchar, no vamos a poder ayudar adecuadamente.

El problema es que muchas veces hay circunstancias externas que no controlamos que pueden provocar que nuestra escucha activa no sea efectiva. Por ejemplo:
  • Estar cansado.
  • No nos interesa lo que dice el otro.
  • Si juzgamos por lo que ocurre.
  • Si en ese momento lo que necesitamos es ser escuchados nosotros.
Podemos por lo tanto decir, que la escucha más efectiva es la que sale del corazón y la que enfatiza en la comunicación no verbal, en reformular lo que dice el orientado, en utilizar el rapport, en el control de nuestra postura corporal, en el uso de afirmaciones como entonces entiendo que o con esto me quieres decir que, y además emplea la esucha espejo que no es otra cosa que reflejar las emociones que siente el otro con mi cuerpo (cara, mirada,..) y movimientos. Esto último no quiere decir que lloremos cuando llore el otro, sino que si vemos en él dolor lo sepamos reflejar en nuestro cuerpo.

Tenemos que tener en cuenta que cuando escuchamos activamente lo que queremos es que el individuo saque de dentro todo lo que tiene, absolutamente todo. Como si de ordenar un armario se tratase, donde en primer lugar sacamos toda la ropa para a continuación ordenarla por abrigos, pantalones, camisas, etc. De este modo, el orientado sacará todos sus pensamientos, ideas, creencias, percepciones no realistas y aquello que no le sirve para ordenar su pensamiento y poder actuar en consecuencia.

Por lo tanto, el dominio de técnicas de escucha activa va a ser esencial en nuestra labor. Debemos en primer lugar, tener claro una serie de aspectos:
  1. Que siempre debemos adaptar las técnicas a nosotros y a nuestra forma de trabajar.
  2. Gestionar nuestro límites en cuanto a la escucha activa. Es mejor hacer descansos entre sesiones o no hacer más de 3 sesiones por dia, si sabemos que a partir de la siguiente sesión nuestra escucha no va a ser efectiva.
  3. No llevar a cabo una técnica de escucha activa si nos parece una chorrada lo que nos están contando.
  4. No llevar a cabo una técnica de escucha activa si no existe predisposición a escuchar.
Podemos afirmar, que las técnicas de escucha activa son aquellos procedimientos que nos van a permitir entender y demostrar que entedemos el proceso de ayuda que requiere el individuo. Entre las más conocidas disponemos de las siguientes:

  1. EL REFUERZO POSITIVO. Animar a nuestro interlocutor a seguir hablando. Mediante afirmaciones y preguntas del tipo: "Si ya", "entiendo", "claro", "¿Y después?", "verdad", "bien", "vale", "desde luego", "¿Te sentiste como?".
  2. RESUMIR. Para ello, comprender lo que se ha dicho, seleccionar adecuadamente la información, usar sus palabras y sus ideas claves.
  3. REFORMULACIÓN. Repetir la esencia de lo dicho por el orientado con nuestras propias palabras.
  4. ASENTIR. Mover la cabeza levemente, de arriba a abajo. Cuidado con abusar de esta técnica.
  5. REFLEJAR. Consiste en decir con tus propias palabras los sentimientos existentes bajo lo que el otro ha expresado. "Entiendo que te sientes (nombre del sentimiento) y lo que quieres decirme es que (reformular la frase con otras palabras)".
Debemos emplear adecuadamente estas técnicas por el bien de nuestro proceso orientador. Ya que nos facilitan el entendimiento del problema y el proceso de ayuda, y además muestran al orientado que lo entendemos, lo escuchamos, lo valoramos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Muchas son las competencias que tiene que dominar un buen orientador, pero hay dos elementos claves que debemos tener en cuenta por encima de los demás. Tanto la comunicación verbal como la no verbal son el vehículo que nos llevaran a alcanzar una adecuada intervención. Son elementos entrenables pero si nacemos con una mayor virtud sobre ellos tendremos mucho ganado.

La comunicación verbal hace referencia al contenido. Responde a dos preguntas.
¿Qué dice?
¿De que manera?
Dentro de ella entrarían el tono, el volumen, el ritmo, como dice las cosas y de que manera. Y nosotros como orientadores tenemos que calibrar y descubrir que nos quieren decir.

Inmersa en el proceso comunicativo está el silencio. Os habéis preguntado alguna vez si os incomodan los silencios. Es cierto, que no nos sentimos cómodos con los silencios pero son esos momentos que debemos usar para que piense el otro. En él se producen momentos de asociaciones mentales o momentos de autocomprensión.

Como orientador/a:
Debemos respetar los silencios del cliente.
Introducir silencios, no precipitarnos al hablar.
Si interrumpimos al cliente sentirá: Que no lo valoramos, no lo escuchamos.
Debemos también adecuar nuestro lenguaje.

Por otro lado, tenemos la comunicación no verbal. En ella juegan un papel importante la postura, nuestra mirada, nuestros gestos, nuestras caras, los espacios entre cliente y orientador, la posición de nuestro cuerpo, la expresión facial. Estos elementos por si solos no significan nada, pero en conjunto pueden dar mucha información.

Por un lado, tenemos la postura que comunica actitudes, miedo, timidez, incomodidad, interés, aburrimiento, etc. Y en ella incluiríamos la posición del cuerpo, la distancia, la posición de la cabeza y hombros, los brazos y piernas.

Como orientador/a:
Cuidar mi postura y distancia.
Disposición de los asientos.
Eliminar barreras.

Otro elemento importante es el espacio. Que no es otra cosa que el lugar donde se lleva a cabo la orientación. En ella jugarían un importante papel el tipo de silla y las plantas.

Además también incluiremos el contacto visual dentro de la comunicación no verbal. Este elemento nos proporciona información sobre la asertividad, timidez, vulnerabilidad.

Como orientador/a:
Mirar a los ojos. Muestra interés.
Buscar el grado correcto de grado visual.
Evitar una excesiva fijación visual ya que produce incomodidad.

A su vez, la expresión facial también es importante dominarla. Como orientadores es importante ser consciente de las propias expresiones faciales y el EFECTO que tienen en el cliente. Debemos entrenarlas delante de un espejo. Y cuando la usemos debemos intentar ser accesibles, acogedores, mostrar interés. Y evitar aburrimiento, desinterés, impaciencia.

Además debemos dominar el uso de los gestos. Por un lado, hay que dominar el RAPPORT. Hablamos de igualar el tono de voz, la postura, el lenguaje, no debemos imitar, y debemos hablar de manera calmada para lograr una conexión. También, buscar el término medio al gesticular. Y por último evitar una fijación visual que provoque incomodidad.

Por último, hay que hacer uso de una buena escucha activa. Dentro de las características que debemos recoger dentro de una buena escucha activa incluiremos:
Mantener contacto visual.
Postura relajada.
Empatía y comprensión.
Expresión verbal.
Usar silencios.

No debemos nunca:
DISTRAERNOS.
INTERRUMPIR AL QUE HABLA.
JUZGAR.
OFRECER AYUDAS PREMATURAS O NO OFRECERLAS.
RECHAZAR LO QUE EL OTRO ESTA SINTIENDO.
CONTAR TU HISTORIA CUANDO EL OTRO NECESITE HABLARTE.
CONTRAARGUMENTAR. ME SIENTO MAL, YO TAMBIÉN.
EVITAR EL SINDROME EXPERTO. TENER LA RESPUESTA AL PROBLEMA DE LA OTRA PERSONA.

Un buen dominio de todas estos elementos es esencial en la práctica de la orientación. Controlar tanto la comunicación ordinaria como la comunicación no verbal permitirán que el proceso orientador sea eficaz, útil y práctico.


jueves, 15 de noviembre de 2012

Herramientas para desarrollar competencias.

Muchas veces nos atormetamos con lo mal que estamos, o lo malos que somos en algo. Nos compadecemos de nosotros mismos, llegando casi a ser victimas de nuestros propios pensamientos. Estos pensamientos nos enclaustran en una carcel de la cual no podemos salir porque nos nublamos en la oscuridad. Sin embargo, debemos luchar y paranos a pensar. ¿Estamos tan mal como realmente pensamos? ¿Somos tan malos como creemos siendo psicopedagogos? Hoy os traigo una herramienta, que os va a dar el aire que necesitaís para respirar debajo del mar, y que os demostrará que ni sois tan malos, ni estaís tan mal, y más allá os permitirá desarrollar todas aquellas áreas que requieran de una mejora.

Hace una semanas os comente las competencias que debía tener un buen orientador. Evidentemente, esto es algo personal aunque seguramente se compartan bastantes competencias entre diferentes individuos. Si hacemos memoria, mencione alguna de estas:
  • Escucha activa.
  • Empatía.
  • Responsabilidad.
  • Flexibilidad.
  • Honradez.
  • Respeto.
  • Autoestima.
  • Conocimiento de mi mismo.
  • Limites personales.
Esta lista podría seguir, como ya he dicho cada uno destaca ciertas competencias por encima de otras, eso ya depende de nuestra visión personal de la orientación. Lo que quiero con esta entrada es acercaros una herramienta que puede ser util para ver como valoraís el nivel de satisfacción que teneís con respecto a ocho de las competencias que considereís más importantes para vosotros. Su nombre es, LA RUEDA DE LA VIDA.

Es una herramienta en la cual utilizaremos un soporte, que es la rueda, entregaremos un folio con una rueda bien hecha. Dividiremos la rueda en 4, 6 u 8 quesitos dependiendo de lo queramos trabajar. Correspondiendo cada quesito a la característica que queramos valorar. Tras esto, escribiremos por fuera de cada quesito el área que queramos valorar. Ej: Si fuera en el campo de la orientación: Control emocional, empatía, capacidad para enfrentarse a problemas, honradez, respeto, flexibilidad, creatividad, conocimiento de mi mismo, autoestima, control emocional. Ej: Si fuera en el ámbito de la vida en general podrían ser: Dinero, amor, pareja, ocio, familia, amigos, crecimiento personal, profesión, entorno. Además, esta herramienta también se puede emplear en el campo de la orientación vocacional cuando alguien no sabe que carrerar escoger.



Tras esto, evaluaremos el nivel de satisfacción que tenemos con respecto a cada competencia. Le daremos una puntuación de 0-10. Debemos ser conscientes de la puntuación que le otorguemos a día de hoy, ya que más adelante quizas queramos comparar la evolución y si no fuimos sinceros al principio tal vez creamos no haber mejorado. Tras esto, debemos unir los puntos entre si. Y observar la forma que sale. Él/la individuo/a debería responder a esta pregunta. ¿Qué forma tiene? ¿Qué dice tu rueda de ti? ¿En que medida sería positivo el cambio o la mejora de la flexibilidad en las otras competencias? ¿A nivel emocional como te sientes en cada área?


Es más que cierto que para que una rueda gire debe ser lo más redonda posible, por lo tanto aquellas competencias donde obtengamos peor puntuación serán las que lastren el movimiento de la rueda como conjunto. Es decir, que aquellas competencia donde nos demos peor puntuación lastraran el desarrollo de nuestra profesión. En este caso la pata que no deja girar la rueda aducuadamente sería la flexibilidad. A partir de esta información deberíamos trabajar para que tome consciencia de donde está. Además, identificar que quiere trabajar. Que le sirva de mapa, brujula o de guía.

Una vez que se que competencia o competencias quiero trabajar, debe lograr que el individuo verbalize para que después escriba que objetivos quiere trabajar y enmarcarlos alrededor de un contexto. Ej: Ser más flexible cuando alguien me pide ayuda. Valorar la flexibilidad como algo que me permitirá tener una mayor capacidad para enfrentarme a los problemas. Todo esto inmerso en el contexto de la orientación.

Una vez tengo el proposito u objetivo, ¿Le preguntaros que hacer para lograr la consecución de esos objetivos. Emplearemos una tabla donde él/ella escribirá esos objetivos y propondrá alrededor de 10-11 acciones concretas para que después se pongan en práctica.

Finalmente, se elaborará en conjunto un plan de acción donde se acordarán momentos de actuación, momentos de evaluación, que acciones concretas llevar a cabo, que proceso llevar a cabo. Todo lo necesario para desarrollar esa competencia.

Destacamos de este proceso, que es totalmente indivivual, el/la individuo/a deben ser los que mediante nuestras preguntas alcancen las acciones y propuestas. Nosotros solo nos vamos a valer de nuestras preguntas para hacerlos reflexionar. Debemos lograr que verbalize pero que además escriba todas las propuestas que elabore. Con esta herramienta lo que queremos es:
  • Que tome consciencia de donde está.
  • Identificar que quiere trabajar.
  • Que sea un elemento simbolico que sirva de guía o mapa.
Es una herramienta que es muy interesante de usar, pero que requiere de mucha paciencia, escucha activa, y del uso de las preguntas adecuadas para lograr una buena reflexión. Nosotros no dirigimos ni propones nada, es el propio sujeto el que propone las acciones a realizar. Debemos ser conscientes de que a veces es duro para el propio sujeto, ya que salen creencias, exigencias, saberes a la luz que son muy dificiles de modificar.

Saber, querer y hacer..

Hace unos días introduje una entrada relacionada con estos términos. Hoy quiero profundizar un poco más en ellos, para entender la importancia que tiene un adecuado desarrollo de los tres.

Podríamos decir que tanto saber, como querer, como hacer son tres conceptos que se entrelazan entre sí. Necesitamos del adecuado desarrollo de cada uno de ellos para que exista una correcta armonía en nuestro ejercicio como psicopedagogo. Sería algo como esto:



Para empezar, definiremos cada uno de estos conceptos:

SABER: Los conocimientos que poseemos. Estos los debemos conocer para poder aplicarlos.

QUERER: Es la voluntad, la actitud, el interés, la motivación, una actitud proactiva dirigida al aprendizaje de nuevos conocimientos.

HACER: Es la puesta en práctica de los conocimientos con una actitud, un interés y una motivación optima para llevarlos a cabo eficazmente.

 De nada valdría que tuvieramos mucho conocimiento, es decir, mucho saber si llegados el momento de querer aprender más no existiera este interés por continuar aprendiendo o estuvieramos quemados de tanto saber. A su vez, no nos valdría de nada tener una alta motivación para aplicarlo si no tuvieramos suficiente conocimiento.

Cuando terminemos la carrera nos daremos cuenta de que poseemos más conocimientos de los que creemos, de que tenemos interés por aplicarlo y seguir aprendiendo pero nos faltará experiencia de aplicación.

Por lo tanto, debe existir una armonía entre estos 3 conceptos para que nuestra labor se pueda desarrollar eficazmente. A lo largo de nuestra vida encontraremos situaciones donde una de estas 3 estará más desarrollada que otras, pero debemos intentar equilibrar para que seamos eficaces.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Técnica util para trabajar la empatía..

En la entrada de hoy os introduzco una técnica muy util para trabajar la empatía, es decir, ponerse en lugar del otro, comunicar comprensión y respeto y comunicar verbal y no verbalmente. La técnica recibe el nombre de sillas o posiciones perspectivas.

A partir de una situación cotidiana que cause un conflicto a un individuo vamos a trabajar diferentes perspectivas de la situación para que él se pueda poner en el lugar de los demás. Es una técnicas que exige mucho del individuo, en la que se pueden utilizar tantas posiciones como creamos necesarias y que tiene diferentes forma de uso. Se trabajará de manera individual y se requieren dos sillas y un espacio para trabajar las perspectivas. Otra variante es el uso de marionetas.

Pongamos un ejemplo: Un chico vive con sus padres y con su hermano. Los padres de estos se van todos los fines de semana al campo. Es responsabilidad tanto para el chico como para su hermano tener la casa ordenada el día que estos vuelvan, es decir el domingo. Evidentemente, se reparten las tareas para que uno las haga el sabado y otro el domingo. Lo que ocurre es que el hermano de este, tiene 30 años, trabaja y cuando le toca hacer su tarea los domingos, alega que esta cansado, que él ya trabaja entre semana y no ejerce sus obligaciones. La consecuencia de esto es que los padres discuten con los dos. Para el chico más joven que va a clase entre semana, pero si cumple con sus obligaciones los sabados, supone un conflicto tanto con su hermano como con sus padres, que no valoran, ni reconocen lo que el chico hace tanto a lo largo de la semana como con sus obligaciones en la casa.

En la técnica, como ya explique se pueden utilizar tantas posiciones como queramos pero hay varias de ellas que son clave. Partiremos de una posición donde haya dos sillas que se encuentren en frente de la otra e iremos variando la posición según avance la técnica.

En la primera fase, el chico se sentará en una silla, ofrecerá su punto de vista, lo que significa para él, lo que le hace sentir la situación, cual cree él que es el problema, lo que ha hecho para arreglarla, lo que se le ocurre. Queremos obtener un punto de vista personal y conocer la situación desde su punto de vista. Nos ofrecerá una visión de la situación para saber que preguntas iremos haciendo a lo largo del resto de perspectivas.

Tras esta primera fase, el chico se levantará de la silla y se sentará en la de enfrente. Se pondrá en el lugar del otro afectado y responderá como si fuera él. Evidentemente, es más complicada porque obliga a ponerse en el lugar del otro, pensar como él, y no como él cree que pensaría. Será la fase a la que más tiempo se le dará ya que es donde se producirá el ponerse en el lugar del otro. Y responderá a preguntas como que sueles hacer con tu vida, como ve él el problema, como se siente con la situación. Obligamos al individuo a pensar como el otro.

A partir de la segunda fase, el resto de fases no son obligatorias pero si necesarias, ya que enfatizarán más en el tema de empatizar.

La tercera fase implica ponerse en el punto de vista de un observador. El chico se levantará y se situará en una posición donde pueda observar las dos sillas. Implica un punto de vista externo de la situación, subjetivo donde las emociones no afecten en la percepción que tenemos de la situación. Por ejemplo, se podría preguntar que sensación te transmite, que ves, que alternativas se te ocurren, que propuestas planterarías. En esta fase, se abre la mente y se proponen soluciones y una visión más precisa y subjetiva de la situación. Es complicada, ya que su opinión previa de la situación siempre afectará pero debemos intentar que la vea como si el no fuera un afectado.

La cuarta fase implica dar un paso más allá. Podría ser verlo desde el punto de vista de un niño de cinco años. Lo que queremos es que vaya más allá. Que se fije en los detalles, la comunicación no verbal, los elementos que no han entrado en juego en otras fases. Todos sabemos que un niño no llega a emplear el lenguaje como un adulto, sin embargo, se fija en detalles que un adulto da por hecho o asume ya que son normales. Por lo tanto, la perspectiva de un niño puede ayudarle a que se de cuenta de que emociones son ideales para él, y le gustaría que existieran. Los gestos, las caras, las miradas, todas estas emociones que se manifiestan tanto en el rostro como en el cuerpo humano.

A partir de esta fase, ya depende de nosotros cuantas fases más querramos trabajar y cuanto queramos adentrarnos en el tema de la empatía. Pero para cuando lleguemos a la cuarta fase, el individuo ya debe estar suficientemente concienciado de la perspectiva que tienen todos los individuos que participan en la situación y sabría que sienten, piensan, y porque actuan de la manera que lo hacen. Es de gran ayuda, para intervenir en cualquier situación cotidiana y alcanzar la mejor solución posible para superar cualquier problema.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Saber, querer, hacer..

Cuando nos enfrentamos a un proceso de ayuda dirigido hacia un individuo, da igual el modelo de ayuda que utilicemos (counselling, orientación, coaching..) hay ciertos tipos de problemas o situaciones que pueden influir en nuestra capacidad de ayudar. Ante todo, como orientadores o psicopedagogos debemos ser lo más objetivo posible en cualquier proceso de ayuda, y si observamos que en una situación nuestra opinión sobre la misma se subjetiviza, debemos darnos cuenta y actuar en consecuencia derivando el caso a otro profesional más capacitado.

Es evidente que cuando comienzas tu labor como orientador, lo primero de lo que vas a carecer es la experiencia, pero eso con el tiempo se supera ya que nos enfrentaros a muchos casos diferentes. A su vez, nuestro conocimientos deberán ir avanzando de la mano de la experiencia. Lo que es más complicado de superar son ciertos juicios de valor o situaciones en las que nuestra opinión nos provoquen una disonancia que no nos permita ayudar adecuadamente al individuo.

Por ejemplo: ¿Pongamos que viene un maltratador a tu consulta, y tú no concibes el maltrato como algo normal? ¿Cómo afectarían en esta situación tus juicios de valor? Es difícil, pero por mucho que nos cueste debemos dejar a un lado nuestro prejuicios para poder ayudar al individuo. En este caso, escuchar al maltratador e intentar que supere esta conducta.

En ocasiones, estos juicios de valor no nos provocan ninguna disonancia a la hora de ayudar, pero en otras son tan fuertes que imposibilitan totalmente nuestro proceso de actuación. A lo largo del desempeño de nuestra labor como orientador nos iremos dando cuenta cuales nos afectan más que otros, pero puede que de inicio ya lo sepamos. Algunos de ellos podrían ser:


  • Ayudar a alguien que conocemos.
  • Temas relacionados con la sexualidad. Promiscuidad, orientaciones sexuales.
  • Conductas racistas.
  • Maltrato verbal, psicológico o físico.
  • Abuso de drogas, alcohol.
  • Obsesiones con personas, drogas, deporte, cosas.
Estas son algunas de las situaciones en las que nuestros juicios o prejuicios puedan verse más afectados para un buen desempeño de nuestra profesión. ¿Se te ocurren algunas más?

Uno este tema con las competencias y las habilidades que debe poseer un buen orientador:

  • Escucha activa.
  • Responsabilidad.
  • Confidencialidad.
  • Superación.
  • Objetividad.
  • Confianza en si mismo y en el proceso de ayuda.
  • Empatía.
  • Estar libre de prejucios.
  • Honestidad.
  • Autorregulación emocional.
Poseer estas capacidades además de utilizarlas eficazmente nos permitirán desarrollar nuestra labor de la mejor manera posible.


Diferencias entre orientación y counselling..

Tras varias semanas esperando, comenzaron a impartirse las clases de O. Personal. Y de lleno, entramos en la tarea. Aprovecho para preguntaros: ¿Sabeís cuales son las diferencias entre orientación y counselling? Son conceptos que comparten ciertas características pero se diferencian en otros. 

Definiremos la orientación psicopedagógica como "un proceso de ayuda continua, a todas las personas, en todos sus aspectos, con una finalidad prevención y desarrollo, mediante programas de intervención educativa y social basados en principios científicos y filosóficos". Bisquerra.

Los principios en los que se basa la orientación.

Principio de prevención: Supone actuaciones de tipo proactiva. Se trata de actuar antes de que surja el problema. La prevención como concepto comunitario, pone su énfasis en el grupo o comunidad, pretende reducir los riesgos de la totalidad de los miembros de un sistema, mejorando las condiciones existente o previniendo posibles problemas.

Principio de desarrollo: El principio de desarrollo implica una orientación que atienda a todos los aspectos del desarrollo humano. Supone considerar al individuo en un continuo crecimiento y la orientación como un proceso continuo dirigido al desarrollo integral de la persona. Dentro de este proceso, en algunos momentos críticos la orientación ha de ser particularmente intensa.

Principio de internvención social: Según este principio la orientación no sólo ha de tener en cuenta el contexto en que se realiza, sino también la posibilidad de intervenir sobre el propio contexto. La actividad orientadora estará dirigida a la modificación de aspectos concretos del contexto. Así mismo, la orientación, desde esta perspectiva, tratará de ayudar al alumno a concierciarse sobre los obstaculos que se le ofrecen en su contexto y le dificultan el logro de sus objetivos personales, para que pueda afrontar el cambio necesario de dichos obstaculos.

Rodriguez Espinar, 1993.

A su vez, la orientación psicopedagógica se puede dividir en:

La orientación académica cuyo proceso ayuda al estudiante para que sea capaz de resolver los problemas que la vida académica le plantea por lo tanto, el proceso de ayuda se refiere siempre a situaciones de ayuda en actividades escolares, y para que a lo largo de su recorrido por la escuela realice elecciones de acuerdo con sus intereses, capacidades, y con su situación personal. El tipo de ayuda que la orientación escolar ofrece presenta características distintas según la edad y nivel del escolar.

La orientación profesional es un proceso de ayuda al sujeto para que sea capaz de elegir y preparase adecuadamente a una profesión o trabajo determinado, implica decisión, formación y la ubicación profesional. Trata de integrar las exigencias personales con las necesidades sociales.

La orientación personal apunta hacia la vida interior del hombre, hacia su armonía interior, equilibrio personal, conocimiento de sí mismo, sin perder las perspectivas de su entorno.


Aunque a simple vista parezca que son planos de la orientación muy marcados, estas tres disciplinas guardan una estrecha relación, ya que su delimitación competencial es algo confusa ya que comparten ámbitos de actuación (instituciones educativas), contenidos (intereses y motivaciones), unos objetivos generales similares (concienciación de posibilidades, potestad de elección) y las funciones del orientador (ayuda, guía, motivar e informar) que dificultan en gran medida encontrar situaciones en las que no sede a la vez los dos tipos de orientación.

No obstante, hay ciertos aspectos diferenciadores a la hora de distinguir estos tres planos de la orientación: El primero sería la amplitud contextual que la orientación personal y profesional tienen respecto a la orientación académica que O. Personal unicamente se presenta en instituciones educativas, mientras que la orientación profesional y personal se abren caminos en otros ámbitos como son el familiar y el social.

En referencia a los contenidos que abarcan, vemos como todos tienen un núcleo común las capacidades y potencialidades de la persona, pero mientras la orientación personal pone los pilares a la orientación profesional y a la orientación académica, esta última parece ser predecesora y necesaria en una buena orientación profesional.

Por último, las funciones del profesional parecen evidenciar una mayor dificultad a la hora de realizar una orientación personal, ya que intervienen parcelas de la globalidad de la persona cuyo trabajo constituye una verdadera aventura para el orientador personal, mientras que la orientación escolar y profesional parecen ser en apariencia más sencilla debido a su alto grado de especificidad que hace que tenga una delimitación del campo de trabajo más concreta y más asequible de dominar, aunque no estamos diciendo que sea más fácil ya que al fin y al cabo estamos trabajando con personas cuyas capacidades distan mucho unas de otras y cada proceso orientador es único e irrepetible.

Mientras que el counselling, es traducido por consejo (aconsejar) y se refiere a problemas más propios de la vida particular o privada de los sujetos, con esta actividad se intenta a ayudar al individuo a planear y planificar su papel en la vida, permitirle tomar decisiones, responsabilidad en sus decisiones, y en general, mejorar su capacidad de criterio.

Con lo cual las similitudes y las diferencias entre counselling y orientación serían:


Es importante conocer las similitudes y diferencias de estos dos procesos de ayuda para saber que tipo de necesidades deberemos afrontar para ayudar a los individuos. Aunque ambos procesos se parecen en ciertos aspectos, en en las diferencias donde deberemos enfatizar a la hora de ayudar para asegurarnos de llevar a cabo el proceso que deseamos.

Más allá, como buenos psicopedagogos debemos dominar los términos con los que trabajemos, sus características, sus ámbitos de acción, su contenido, sus objetivos y las funciones que tendremos como orientador en cada uno de ellos para poder desempeñar nuestro trabajo con eficiencia.